En un acto de inusual alianza, Grecia y Turquía, dos países con profundas rivalidades históricas, han unido fuerzas para solicitarle al Museo Británico la devolución de los mármoles del Partenón, luego de que funcionarios turcos rechazaran la aseveración de que Lord Elgin, un diplomático escocés que vivió entre los siglos XVIII y XIX, había recibido permiso de las autoridades otomanas (que en ese momento administraban el actual territorio de Grecia) para extraer las piezas de la Acrópolis.
Zeynep Boz, jefa de la oficina anticontrabando del Ministerio de Cultura de Turquía, afirmó en una entrevista reciente que su país “debería tener en su poder los documento relativos a las cosas que estaban a la venta de forma legal en aquel entonces”.
“Sin embargo, durante años, los historiadores han revisado los archivos otomanos y no han encontrado ninguna prueba que demuestre que la venta fue legal, tal y como se pretende hacer creer”, agregó.
Boz también indicó que el único indicio que se había encontrado sobre este traspaso fue un edicto redactado en italiano, pero que no contenía ni la firma ni el sello del sultán, lo cual descartaría su procedencia imperial.
De igual forma, reveló que se vio obligada a realizar tal pronunciamiento luego de enterarse de que el representante del Reino Unido ante la UNESCO aseverara en una reunión del Comité Intergubernamental para la Promoción del Retorno de los Bienes Culturales que Londres había adquirido los mármoles legalmente durante la época otomana.
Según Elena Korka, directora de antigüedades del Ministerio de Cultura de Grecia, esta declaración de Boz es de “enorme importancia”, ya que “se trata de una funcionaria turca de alto rango que tiene acceso a todos los archivos, y dice que no se ha encontrado nada”.
“Han buscado y no han encontrado ningún documento, y la razón es porque este nunca existió”, acotó.
Korka, quien también se dedicó durante una década a la búsqueda de pruebas de la venta legal tanto en Inglaterra como en Estambul, explicó que en su investigación solo encontró dos documentos que “describían envíos de cerámica y piedras, pero nada relevante. No se hace ninguna referencia a los mármoles del Partenón, y esto es porque [Lord] Elgin nunca fue autorizado a retirar nada del lugar”.
Desde hace 40 años, Grecia ha venido llevando a cabo una campaña para repatriar las piezas, que son consideradas como una de las mejores muestras del arte clásico, junto con otras reliquias.
Cabe destacar que múltiples encuestas recientes reflejan que la mayoría de la población británica se muestra a favor de la devolución de las antigüedades sus respectivos países de origen.