Investigadores de varios países advirtieron esta semana que se acaba de registrar el más grande incremento de la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera en toda la historia, algo que podría tener consecuencias catastróficas para la vida en el planeta
De acuerdo con los expertos, la concentración promedio dióxido de carbono a nivel mundial en marzo fue 4.7 partes por millón mayor a la detectada en el mismo mes de 2023, lo cual representa un aumento récord en las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un período de un año.
Los científicos han asegurado que estas cifras han estado impulsadas principalmente por el fenómeno climático de El Niño, el cual se espera que empiece a decrecer en las próximas semanas, así como por la mayor presencia de gases de efecto invernadero producto de la deforestación y de la quema de combustibles fósiles.
Ralph Keeling, del Instituto Scripps de Oceanografía adscrito a la Universidad de San Diego, ha asegurado que esta situación es realmente preocupante, ya que “no solo hemos batido el récord de concentración de CO2 en la atmósfera, sino que además se ha incrementado la rapidez con la que se produce”.
Las mediciones de CO2 se han venido haciendo desde 1958 gracias a una estación ubicada en el monte Mauna Loa, en Hawaii. Desde ese entonces, se ha podido evidenciar que, cada año, los números han ido creciendo, a medida que el gas se acumula de manera progresiva debido al escaso control de las emisiones de automóviles, centrales eléctricas, granjas, y otras fuentes.
En junio pasado, la NASA informó que la concentración global de dióxido de carbono había crecido un 50% con respecto a la época preindustrial, llegando a niveles no vistos en millones de años.
Cabe destacar que, antes de que los humanos comenzaran a generar grandes cantidades de gases de efecto invernadero a causa de la quema de combustibles fósiles, los niveles de CO2 se ubicaban en unas 280 partículas por millón (ppm). Sin embargo, la última medición realizada en Mauna Loa arrojó unas 426 partículas por millón.
Todo esto podría conducir a colapso climático con consecuencias desastrosas no solo para los seres humanos, sino para la vida terrestre. Varios estudios han demostrado que la última vez que se registraron niveles de CO2 similares fue hace unos 14 millones de años, creando un medioambiente que sería irreconocible para la humanidad actual.
En palabras de Keeling, “para estabilizar el clima es preciso disminuir la cantidad de CO2, y eso es algo que claramente no está pasando”.
“Esto me pone triste. Es muy lamentable lo que estamos haciendo”, añadió.