El Departamento de Justicia de Estados Unidos inició el jueves un caso judicial contra Apple por presuntamente impedir la competencia de forma ilegal al obstaculizar el acceso a su hardware y software.
La demanda introducida ante un tribunal de Nueva Jersey expone que Apple estaría incurriendo en prácticas monopólicas en el mercado de teléfonos inteligentes, especialmente a través de su producto iPhone, mediante el cual buscaría perpetuar “una conducta amplia e ilegal”.
En este sentido, la demanda del Departamento de Justicia pretende “liberar los mercados de teléfonos inteligentes” de las acciones anticompetitivas de Apple, las cuales también estarían frenando la innovación.
De acuerdo con el fiscal Merrick Garland, “Apple sostiene su poder no por su superioridad tecnológica, sino por sus actitudes excluyentes ilegales”. Asimismo, con este comportamiento, el gigante tecnológico “amenaza el mercado libre y justo sobre el que se basa nuestra economía”.
Cabe destacar que este caso es histórico, puesto que es la primera vez que la empresa más valiosa en los mercados bursátiles se ve amenazada por las autoridades estadounidenses. Sin embargo, en anteriores ocasiones, otras corporaciones como Amazon, Meta o Google, han estado bajo la lupa de los entes reguladores, tanto en Estados Unidos como en Europa, por presuntamente reprimir la competencia de forma ilegal.
Apple, por su parte, ha rechazado las acusaciones y ha señalado que ponen en riesgo las principales operaciones de la compañía.
“Esta demanda representa una amenaza sobre todo lo que somos y sobre lo que distingue a nuestros productos en mercados altamente competitivos”, expresó un portavoz de la empresa. “De igual manera, sienta un precedente preocupante, al permitir al gobierno poner mano dura en el diseño de nuevas tecnologías. Pensamos que todo esto es erróneo, y nos defenderemos con fuerza”, agregó.
Es importante resaltar que la demanda se enfoca en dos asuntos primordiales: en primer lugar, si la estrategia de Apple de impedir que sus rivales puedan acceder a desarrollos patentados, como iMessage o Siri, representa una práctica anticompetitiva; y en segundo lugar, si el hecho de que Apple permita que sus dispositivos sean fácilmente compatibles entre sí, pero no con productos de otros proveedores, crea una limitación injusta para otros competidores.
Apple superó el año pasado a la surcoreana Samsung como el más grande fabricante de teléfonos inteligentes del mundo, a pesar de ser frecuentemente atacada por otras empresas tecnológicas como Google, que la ha acusado de elaborar barreras que perjudican a los consumidores y que también se ha mostrado a favor de profundizar las investigaciones por parte de los organismos reguladores.