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Gervonta Davis (30-0, 28 KOs), derrotó por nocaut en el octavo asalto a Frank Martin (18-1, 12 KOs) en el marco de una velada llevada a cabo el sábado en el MGM Grand Garden Arena de la ciudad de Las Vegas.

El combate inició con un Martin escurridizo y un Davis intentando darle cacería, aunque con pocas oportunidades para golpear. No obstante, a partir del cuarto asalto, el vigente campeón comenzaría a predecir los movimientos de su retador y a conectarle con diversas manos de poder, las cuales fueron debidamente respondidas, haciendo rugir a las más de 13.200 personas que acudieron al evento.

A partir del séptimo episodio, Martin comenzó a disminuir su velocidad de piernas, siendo acorralado por Davis, quien aumentó su presión con constantes golpes al cuerpo y a la cabeza.

Sin embargo, el epílogo del combate llegaría al minuto 1:29 del octavo round, cuando el nativo de Baltimore sorprendió a su oponente con un potente izquierdazo ascendente que hizo que este se tambaleara sobre las cuerdas, para finalmente rematarlo con una combinación de derecha e izquierda que lo depositaron pesadamente sobre la lona. Martin intentó levantarse, pero fue incapaz de hacerlo antes de que el réferi Harvey Dock terminara el conteo reglamentario.

Esta fue la primera pelea de Davis desde su sorprendente victoria sobre Ryan García en abril de 2023. Posterior a dicho pleito, tuvo que cumplir una condena de 44 días de prisión en un centro de detención en Baltimore debido a la violación de su arresto domiciliario como consecuencia de un incidente de atropellamiento en el cual resultaron heridas cuatro personas en 2020.

“Sí, todavía estoy un poco oxidado, pero me siento bien. Estoy de vuelta”, expresó Davis al final de la contienda. “En los primeros dos rounds sentí como si todavía no hubiese calentado bien. Pero, está bien, no voy a poner excusas”, añadió.

Cabe destacar que los tres jueces tenían a Davis arriba en las tarjetas 67-66 hasta el momento de la detención.

“El ladrillo solo lo remató”, dijo el actual monarca al observar la repetición del izquierdazo que determinó el nocaut. “He estado entrenando desde que tenía 7 años y he ido a competencias desde los 8. El boxeo es como una segunda naturaleza para mí. Simplemente trato de mantenerme concentrado y asegurarme de que mi mente esté siempre enfocada en el objetivo, que es estar en la cima”, agregó.

Por su parte, Martin admitió que su poca movilidad en los últimos minutos fue el detonante para el resultado final.

“Al principio sentí que estaba teniendo el control, y hasta llegué a sentirme cómodo sobre las cuerdas, intentando encontrar un golpe certero. Dejé de moverme y el aprovechó para entrar y conectarme. Realmente, no vi llegar el golpe”, comentó.