El presidente iraní, Ebrahim Raisi, falleció el domingo en un accidente de helicóptero ocurrido en una zona montañosa fronteriza con Azerbaiyán. En el suceso también perdieron la vida el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, así como el gobernador de la provincia de Azerbaiyán Oriental, Malek Rahmati.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei indicó que el primer vicepresidente, Mohammad Mokhber, asumiría el mandato de forma interina. Por su parte, el viceministro de Asuntos Exteriores, Ali Bagheri Kani, quedó al frente de dicho ministerio.
Asimismo, Jamenei expresó sus “condolencias al querido pueblo iraní”, al tiempo que decretó cinco días de luto nacional. De acuerdo con la constitución del país, deben celebrarse nuevas elecciones en un período no mayor a 50 días.
Según medios locales, el accidente fue causado por las malas condiciones climáticas de la zona, con una espesa niebla y abundante lluvia que incluso dificultaron las tareas de rescate.
La agencia de noticias Tasnim resaltó que la comitiva de Raisi estaba compuesta por otros dos helicópteros, los cuales llegaron “sanos y salvos a su destino”.
Los restos calcinados de la aeronave fueron hallados en las montañas cercanas a la ciudad de Jolfa, en la frontera con Azerbaiyán, a unos 600 kilómetros al noroeste de la capital, Teherán.
Raisi se encontraba de visita en Azerbaiyán para participar en la inauguración de una presa con su homólogo azerí, Ilham Aliyev. La obra conjunta fue construida sobre el río Aras, que marca la frontera entre ambas naciones.
Decenas de equipos de rescate fueron enviados a la zona, e incluso el gobierno turco puso a disposición de las autoridades iraníes un ejemplar del dron de fabricación nacional Akinci, equipado con visión nocturna, para localizar el lugar exacto del siniestro. El jefe del Estado Mayor del ejército de Irán también ordenó un amplio despliegue de varias unidades de élite, tanto del ejército regular como de la Guardia Revolucionaria Islámica.
La confirmación del fallecimiento de Raisi despertó una ola de reacciones por parte de diversos líderes mundiales. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, lo describió como “un gran amigo de Rusia”, añadiendo que “personalmente realizó gestiones para el desarrollo de las relaciones de buena vecindad entre ambos países”.
Por su parte, el líder chino Xi Jinping lamentó “la pérdida de un buen amigo”, de acuerdo con un comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores; mientras que el primer ministro de India, Narendra Modi, aseguró sentirse “profundamente impactado y entristecido”.
El grupo militante palestino Hamás, que desde hace meses lucha contra las fuerzas israelíes en Gaza con apoyo de Irán, expresó sus condolencias por “tan lamentable pérdida”. El movimiento libanés Hezbolá, así como los rebeldes hutíes de Yemen, también emitieron declaraciones similares.