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El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de China registró su caída más rápida en los últimos quince años, en medio de una deflación persistente que ha debilitado notablemente la demanda.

Según un informe publicado el jueves por las autoridades chinas, el IPC se contrajo un 0.8% con respecto al mismo período del año pasado, contando su cuarto mes consecutivo de caídas y la mayor disminución desde septiembre de 2009.

De acuerdo con el reporte, los alimentos tuvieron la mayor incidencia en estas cifras, desplomándose un 5.9% anual. Dentro de este sector, la carne de cerdo evidenció una caída de un 17% interanual, las hortalizas un 12.7% y las frutas un 9.1%.

China ha estado batallando por recuperar su economía luego del levantamiento de las restricciones contra la pandemia de COVID-19 a finales de 2022. Sin embargo, dicha recuperación se ha visto obstaculizada por una serie de inconvenientes, de entre los cuales destaca la contracción de su altamente endeudado sector inmobiliario, lo cual desembocó en la quiebra del segundo mayor constructor del país, Evergrande, el mes pasado.

La economía china comenzó a mostrar sus primeros signos de deflación a mediados de 2023, y desde entonces los precios han ido cayendo a un ritmo cada vez más acelerado. Las fábricas también se han visto obligadas a rebajar sus precios al productor, siendo el pasado mes de enero un 2.5% menores a los del mismo período de 2023.

Sin embargo, según Lynn Song, analista de la firma ING, estos datos podrían cambiar con la llegada del Año Nuevo Lunar prevista para este 10 de febrero. En esta fecha, la demanda de los hogares por alimentos o transporte generalmente se incrementa, lo que podría ralentizar un poco la deflación.

“Considerando el contexto más favorable para los datos de febrero, consideramos que existe una alta probabilidad de que los datos de enero puedan marcar el punto más bajo de la inflación interanual en el ciclo actual”, explica Song.

En este sentido, la posibilidad de que Beijing implemente un nuevo paquete de estímulos económicos con el fin de contrarrestar la debilidad de la demanda fue suficiente para disparar las acciones chinas el jueves, con el índice Shanghái Composite, que rige las actividades de la Bolsa de Valores de Shanghái, subiendo casi un 1.3%.

En palabras de Kyle Rodda, analista del sitio web Capital.com, esta perspectiva, “si bien resulta preocupante para el estado general de la economía de China, que podría estar atrapada en un ciclo de deuda y deflación, también generó una respuesta positiva en los mercados”.