La afamada actriz Scarlett Johansson ha declarado que se encuentra “muy enojada” luego de que la compañía OpenAI incluyera una voz sorprendentemente similar a la suya en su sistema de ChatGPT llamado Sky.
A principios de 2024, la artista emitió un comunicado en el cual aseguraba que a finales de 2023 fue contactada por el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, con el fin de pedir su autorización para utilizar su voz en Sky. Sin embargo, Johansson afirmó que en ese momento declinó la propuesta de Altman por razones personales.
Empero, en mayo pasado, con motivo del lanzamiento de Sky, Altman publicó un mensaje en la red social X en el cual solo mencionaba la palabra “ella”, en presunta alusión a la película de 2013 “Ella”, en la cual Johansson da voz a una asistente virtual de inteligencia artificial.
Por tal razón, el grupo de abogados de la actriz contactó a OpenAI con el fin de solicitar el retiro de la voz de Sky, algo que fue acatado. No obstante, la empresa informó que “la voz de Sky de ninguna forma imita a la de Scarlett Johansson, sino que es la de una actriz profesional que utiliza su propia voz natural”.
Altman, por su parte, se disculpó con Johansson y explicó que había decidido pausar el proyecto de Sky “por respeto a ella”.
Entretanto, la intérprete de 39 años reveló recientemente al diario estadounidense The New York Times que había “evitado activamente ser parte de este tipo de asuntos [la IA]”.
“Simplemente no quería estar metida en eso”, añadió. “Sentí que iba en contra de mis valores fundamentales. Él [Altman] vino a mí con esta propuesta y decidí no contarle a nadie con la excepción de mi esposo. También sentí que, para mis hijos, todo esto podría resultar extraño. Intento pensar siempre en ellos”.
Asimismo, tachó a la tecnología deepfake como “un agujero oscuro del cual nunca podrás salir”.
“Por ejemplo, si tu expareja decide publicar pornografía basada en deepfake, toda tu vida podría arruinarse por completo”, agregó.
De igual forma, hizo referencia a la fuerza que la inteligencia artificial ha tomado en los últimos años y los riesgos asociados a su crecimiento desenfrenado.
“Creo que la tecnología ha avanzado más rápido de lo que nuestro frágiles egos pueden procesar, y podemos ver sus efectos por doquier, en especial entre los jóvenes. Esta tecnología [la IA] se cierne como una ola de trescientos metros sobre nosotros”, expresó.