airstrike
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Intensas batallas se comenzaron a librar durante el fin de semana en el norte de la Franja de Gaza, luego de que el ejército israelí anunciara su regreso a la zona después de retirar buena parte de sus tropas en enero pasado.

De acuerdo con diversos analistas, estos nuevos combates son un indicativo de la incapacidad de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) para asegurar el control del territorio gazatí, a pesar de una la cruenta guerra que desde hace más de 7 meses lleva a cabo contra el movimiento palestino Hamás, que ha dejado casi 35.000 muertos, más de 75.000 heridos y 2 millones de desplazados, principalmente mujeres y niños.

Funcionarios israelíes explicaron que sus fuerzas habían incursionado nuevamente en los campamentos de Zeitoun y Jabaliya, ubicados en el este de la ciudad de Gaza, así como en Beit Hanoun y Beit Lahiya, ubicados en el extremo norte.

Los bombardeos también han arreciado en el sur de la franja, donde miles de personas intentan huir de la ciudad de Rafah. Las FDI lanzaron desde el aire miles de volantes en los cuales advertían a los pobladores que evacuaran los barrios principales de dicha urbe ante la perspectiva de una ofensiva terrestre por parte de las tropas de Tel Aviv.

Hamás, entretanto, ha ido retomando el poder de varias zonas del norte de Gaza en los últimos meses, utilizando su intrincada red de túneles subterráneos para emboscar a las FDI, y atacándolas con lanzacohetes y morteros.

En este sentido, el portavoz militar de Israel, Daniel Hagari, aseguró que, desde hace algunas semanas, “comenzamos a detectar intentos de Hamás de rehabilitar sus capacidades militares en [el campamento] Jabaliya”.

“Por ello, hemos empezado a operar allí para neutralizar esos intentos”, expresó el funcionario. Es preciso acotar que, en marzo, Israel ya llevó a cabo maniobras similares en Zeitoun con el fin de evitar la reagrupación de fuerzas de Hamás.

Cabe destacar que Israel ha estado sometido a una presión diplomática cada vez más fuerte por parte de la comunidad internacional, incluyendo a su principal aliado, Estados Unidos. La administración del presidente Joe Biden anunció hace unos días que detendría el envío de armas a Israel si finalmente se concretaba la ofensiva sobre Rafah, a lo que el primer ministro Benjamin Netanyahu respondió que su país “se mantendría solo” si fuera necesario.

Asimismo, desde Egipto han advertido que cualquier ataque masivo sobre Rafah, ubicada en la frontera con el país africano, pondría en riesgo el tratado de paz firmado con Israel hace más de cinco décadas. De igual forma, el gobierno de Abdelfatah Al-Sisi ha anunciado que se unirá a la iniciativa de Sudáfrica contra Israel en la Corte Internacional de Justicia.